domingo, 31 de enero de 2010

-Lucha de ideas: TIEMPO DE DEFINICIONES

Por Oscar Felipe Ventura

El fujimorismo y sus perversiones es continuado por el gobierno aprista. Un mismo compromiso, una misma conducta, un mismo estilo de gobernar. La demagogia, la mentira, la capacidad de cargar la culpa propia en las espaldas de la víctima, marchan de la mano con el autoritarismo y la corrupción. El miedo y la manipulación en que se apoyan García y sus amigos son hermanos gemelos. Nos indigna la pasiva aceptación de la prepotencia, la arbitrariedad y el cinismo del gobernante de turno. Esto no se puede tolerar más.
La proximidad de las elecciones regionales y municipales, seguida de las generales del 2011, obliga a definiciones precisas. Continuismo neoliberal autoritario y corrupto o cambio de rumbo democrático y patriótico: este es el gran dilema del pueblo peruano. Insisto, no existe una vía intermedia sino como discurso demagógico y confusionista, o como promesa que más tarde será reabsorbida por las clases hegemónicas y el verdadero poder detrás del trono; es decir, el gran capital y las transnacionales. No hay que olvidar que los inversionistas extranjeros no invierten por amor al Perú sino por amor a la más alta tasa de ganancia. “No tienen como objetivo promover el desarrollo de un país sino maximizar sus beneficios” (ONU, marzo del 1997). Michael Porter ratificó este concepto en su visita al Perú a fines del año pasado: “Cuando un inversionista extranjero piensa en una fábrica no piensa en el Perú” dijo el gurú de la competitividad.
Pero este interés – que es propio de extranjeros – también lo es de los peruanos, que trabajan para ellos, “cuyo cortoplacismo y miopía se han acentuado. Ahí está el problema y no se quiere discutir para que el país siga siendo un vagón de minerales enganchado al convoy de la globalización “ (Francisco Durán, revista Domingo, La República, 10-01-2010)
Insistimos en la necesidad de construir una alternativa política y económica al proyecto neoliberal para cambiar de rumbo al país. Nuestra propuesta es integral que comprende el Proyecto Nacional, la fundación de una nueva República, una nueva Constitución y un gobierno democrático patriótico y de unidad popular.
Ninguna propuesta tendrá sentido sin el respaldo del pueblo. Por eso es que la respuesta es una: unir, organizar y movilizar a las fuerzas del pueblo que aspiran a un cambio de rumbo, Se necesita también una conducción inteligente y correcta, que entienda la estrategia del adversario y no se deje avasallar por sus maniobras.
Tiempo de definiciones. La victoria es posible y se construye. Seamos capaces de hacerla realidad.

-IZQUIERDA: UNIDAD, RENOVACIÓN Y CAMBIO

Izquierda: unidad, renovación y cambio

Por Yomar Meléndez Rosas *

Formo parte de un grupo de ciudadanas y ciudadanos que desde finales del 2009 pretende reimpulsar el espacio de la izquierda. Lo hacemos conscientes de que el Bloque de Cambio requiere una fuerza izquierdista firme que empuje el proceso hasta lograr las mayores y más profundas transformaciones que la patria necesita. No para socavar los liderazgos políticos existentes; nuestra intención es fortalecerlos, sin excluir la posibilidad de que surjan nuevas representaciones cuyo objetivo será vigorizar el Polo del Cambio.

El espacio se basa en valorar la unidad que la izquierda de manera suicida no ha logrado recomponer. La unidad responde al sentimiento popular que por todas partes la exige y también al entendimiento de que al margen de ella es imposible avanzar. Su valor no es para nosotros sólo electoral, tiene un sentido profundamente estratégico, pues de su vigencia dependerán los triunfos y su sostenibilidad. Somos conscientes, sin embargo, que lograr la unidad no depende de que todos nos sentemos alrededor de una mesa sino de una auténtica voluntad política que debe incluir renunciamientos y, además, acciones y trabajo conjunto.

Otra de las características del agrupamiento debe ser la renovación. Es una demanda que trasciende los fueros partidarios y que, en algunos casos, se pretende distorsionar. Los que se oponen a ella la identifican con lucha generacional sin reconocer que las generaciones existen y se encargan -como dice Miguel Gutiérrez, autor de El viejo sauro se retira- de aprehender el flujo del tiempo y comprender de mejor manera un momento de la conciencia social del país. Pero la renovación no se debe circunscribir al asunto generacional. Es mucho más que eso: implica mejorar la administración de nuestras propias organizaciones usando mecanismos modernos, optimizar la relación con la gente a la que deseamos encarnar conociendo científicamente sus características y expectativas. En otras palabras, aunque parezca contradictorio, implica volver a las fuentes primigenias que hicieron del socialismo la vanguardia del pensamiento de la Humanidad.

Unidad y renovación permitirán allanar el camino del cambio. Cambio de fondo que requiere una nueva Carta Constitucional en cuyos contenidos se modifique la injusta distribución del poder entre pobres y ricos, entre nacionales y extranjeros; que democratice auténticamente el Estado; que valore a la persona, pero también a la Naturaleza. Cambio radical que precisa de un gobierno nacional capaz de recuperar el Perú para los peruanos, con una estrategia de desarrollo productivo que impulse las actividades industriales y agropecuarias y no sólo la exportación de materias primas. En fin, transformación de verdad que nos permita llegar al Bicentenario de la llamada Independencia en situación de Estado Plurinacional efectivamente libre.

Los retos, entonces, son enormes. Derivará de nosotros mismos su concreción. Si ponemos por delante los intereses del pueblo y su emancipación, todo será más fácil.

*Abogado. Vicepresidente Nacional del Movimiento Nueva Izquierda.

sábado, 16 de enero de 2010

-Lucha de ideas: OBAMA: UN AÑO DESPUÉS

OBAMA: UN AÑO DESPUÉS
Por: Oscar Felipe Ventura

Ante la expectativa del mundo y particularmente de América Latina, Barack Obama asumió la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero del año pasado. A un año de su mandato, la llamada “Era Obama” se va convirtiendo en una ilusión. Esto lo advertimos oportunamente (“Obama: entre la esperanza y la realidad”).

Por supuesto que hay un cambio de giro; pero esto porque el gobierno de Bush se fue tan al extremo del espectro político estadounidense que cualquiera se hubiera movido hacia el centro.

Al comenzar su gobierno firmó la doctrina de Guerra Irregular, como parte de su nueva política que emplea el uso del poder militar junto con la diplomacia, la cultura, la comunicación, el poder económico y la política. La instalación de las siete bases militares de EE.UU. en Colombia constituye un aspecto de dicha estrategia. La política frente a Cuba no ha cambiado, pues persisten en el bloqueo económico y continúa abierta la Oficina para las “iniciativas hacia una transición civil” (OTI por sus siglas en inglés) que realiza un trabajo con la juventud cubana para desestabilizar al gobierno de la isla. Continúa la agresividad contra el pueblo de Irak y Afganistán. En una “actitud cínica” recibió el Premio Nóbel de la Paz, cuando ya había decidido enviar 30 mil soldados más a Afganistán, etc.

Lo mismo sucede con la política interna. En EE.UU., casi todas las promesas hechas en el ámbito de reforma laboral, de salud, de energéticos, han quedado casi anuladas. Ha firmado un acuerdo secreto con las compañías farmacéuticas para asegurarles que el gobierno no regulará el precio de las medicinas. La industria petrolera anunció que va a utilizar las mismas tácticas para derrotar cualquier proyecto legislativo de reforma energética. Sin controles sobre las emisiones de dióxido de carbono, el calentamiento global destruirá la civilización. Los bancos están ahora mejor que antes.

Noam Chomsky explica que esto ocurre porque Obama está respondiendo a quienes apoyaron su campaña: el sector financiero. Fidel Castro enfatiza que “el Obama inteligente y rebelde que sufrió la humillación y el racismo durante la niñez y la juventud lo comprende, pero el Obama educado y comprometido con el sistema y con los métodos que lo condujeron a la presidencia de Estados Unidos no puede resistir la tentación de presionar, amenazar, e incluso engañar a los demás.