Lucha de ideas
ENTRE EL COMPLOT Y LA MODERNIDAD
Por: Oscar Felipe Ventura
“A la fe de la inmensa mayoría” se titula el reciente artículo del Dr. García publicado el domingo 28 en el diario derechista “Expreso”. Su tesis central es la del complot internacional con la que trata de explicar la tensión social en el país. Pero mucho más peligroso es su llamado a “ejercitar la ciudadanía activa” para enfrentar la “penetración externa” y evitar que “el monopolio de la movilización esté en manos de los antisistema”. Tesis delirantes y embusteras pues no van al fondo de los problemas del país. Por el contrario, constituyen un llamado al enfrentamiento fraticida entre peruanos. Delirantes porque evade la realidad y recurre a la fantasía y el absurdo. Embusteras, porque recurre a la patraña y a la diatriba para justificar su apostasía de converso neoliberal.
ENTRE EL COMPLOT Y LA MODERNIDAD
Por: Oscar Felipe Ventura
“A la fe de la inmensa mayoría” se titula el reciente artículo del Dr. García publicado el domingo 28 en el diario derechista “Expreso”. Su tesis central es la del complot internacional con la que trata de explicar la tensión social en el país. Pero mucho más peligroso es su llamado a “ejercitar la ciudadanía activa” para enfrentar la “penetración externa” y evitar que “el monopolio de la movilización esté en manos de los antisistema”. Tesis delirantes y embusteras pues no van al fondo de los problemas del país. Por el contrario, constituyen un llamado al enfrentamiento fraticida entre peruanos. Delirantes porque evade la realidad y recurre a la fantasía y el absurdo. Embusteras, porque recurre a la patraña y a la diatriba para justificar su apostasía de converso neoliberal.
Arguye el Dr. García que el pueblo peruano en el 2006 optó por la modernidad y el progreso. Pero ocurre que lo que tenemos es un gobierno de coalición de la derecha para sostener el neoliberalismo y los intereses de clase del gran capital especulativo e intermediario y de las transnacionales, hoy con García como su máximo exponente político, como ayer lo fueron Fujimori y Toledo.
¿Puede ser moderno un país donde la economía se ha reprivatizado, extranjerizado e hiperconcentrado? ¿Qué clase de modernidad es ésta en la que la economía se ha desnacionalizado, retornando al Perú a la época del guano y el salitre, en beneficio de pocos y al servicio de pocos, con una acumulación orientada hacia el exterior, con tecnología de punta para el saqueo de los recursos naturales pero con escaso valor agregado?
La realidad nos dice que la modernidad que nos ofrece el Dr. García es la herencia dejada por Fujimori, incluso en su estilo autoritario y corrupto. El Perú es un país desintegrado, el mercado moderno se concentra en Lima mientras el resto del país, en especial el campo, se incorpora penosamente o se encuentra al margen. El centralismo económico y político sigue siendo asfixiante a pesar de la regionalización. La integración vial no existe y el Estado se ha convertido en caja de resonancia del capital trasnacional, mientras está ausente en amplios espacios del territorio nacional. Además de la ausencia de soberanía nacional real, de la violencia e inseguridad social, de la pobreza y exclusión social, etc. La corrupción es familiar al gobierno.
Esta es la base real de los conflictos sociales en el país. Aquí no hay ninguna conspiración extranjera. El pueblo peruano se alza a la lucha porque no tiene alma de esclavo. No son 50 mil los que se movilizan; son millones los que exigen cambio real. La izquierda jamás renunciará a la lucha, por eso está junto al pueblo. El libelo del Dr. García es provocador; en lugar de rectificar su comportamiento antidemocrático, autoritario y entreguista, recurre al cinismo y la mentira.
Advierto que se viene preparando el escenario para la represión del movimiento popular y de la izquierda en particular. La respuesta es la unidad, la organización y la propuesta. Mientras tanto, se prepara la jornada nacional de protesta para el miércoles 8 del presente. ¿Prepara el Dr. García otro baño de sangre?
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